Coles de Bruselas

Coles de Bruselas: pequeñas pero poderosas en sabor y nutrición

Las coles de Bruselas son unas pequeñas hortalizas con forma de diminutas coles, reconocidas por su intenso sabor y alto valor nutricional. Pertenecen a la familia de las crucíferas, como el brócoli, la coliflor o el repollo, y son especialmente apreciadas en la cocina europea durante los meses fríos.

A pesar de su tamaño reducido, las coles de Bruselas concentran una gran cantidad de vitaminas, minerales y compuestos antioxidantes, convirtiéndolas en un alimento funcional muy beneficioso para la salud.

Su nombre proviene de la ciudad de Bruselas, en Bélgica, donde comenzaron a cultivarse de forma extensiva en el siglo XVI. Desde entonces, su consumo se ha extendido a todo el mundo.

Origen, cultivo y temporada

Las coles de Bruselas tienen su origen en Europa, especialmente en la región centro-norte, donde el clima fresco favorece su desarrollo. Su cultivo se ha adaptado bien a países como los Países Bajos, Reino Unido, Alemania y también en regiones del norte de España.

Se desarrollan a partir de un tallo central del que brotan numerosas yemas laterales, que forman las pequeñas coles. La planta puede alcanzar hasta un metro de altura.

Temporada de recolección

La temporada principal de las coles de Bruselas en España va desde noviembre hasta marzo, siendo una hortaliza típica de otoño e invierno. Su sabor mejora tras las primeras heladas, ya que el frío suaviza sus compuestos sulfurosos y las hace más dulces.

Propiedades nutricionales y beneficios

Las coles de Bruselas son una excelente fuente de nutrientes esenciales. Destacan por su contenido en vitamina C, vitamina K, ácido fólico y fibra. También contienen compuestos vegetales como los glucosinolatos, conocidos por su acción protectora frente a enfermedades.

Valores nutricionales por cada 100 g:

  • 43 kcal
  • 3,8 g de fibra
  • 3,4 g de proteína vegetal
  • 85 mg de vitamina C
  • 177 µg de vitamina K
  • Fósforo, manganeso, potasio y hierro

Beneficios para la salud:

  • Refuerzan el sistema inmunológico: gracias a su alto contenido en vitamina C.
  • Favorecen la coagulación sanguínea y la salud ósea: por su riqueza en vitamina K.
  • Propiedades antioxidantes y anticancerígenas: debido a los glucosinolatos.
  • Mejoran la digestión: al ser ricas en fibra.

Su consumo habitual, dentro de una dieta equilibrada, puede contribuir a la prevención de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.

Usos culinarios y consejos de preparación

Aunque no siempre han sido las favoritas de todos debido a su sabor fuerte, bien cocinadas las coles de Bruselas pueden ser deliciosas. El truco está en no sobrecocerlas, ya que esto potencia su sabor amargo.

Formas de preparación:

  • Al vapor: para conservar sus nutrientes y suavizar su textura.
  • Salteadas: con ajo, panceta o frutos secos, ideales como guarnición.
  • Asadas al horno: realzan su sabor dulce y textura crujiente.
  • Con salsas suaves: como bechamel o vinagreta balsámica.

Consejos prácticos:

  • Eliminar las hojas externas si están dañadas.
  • Cortar la base y hacer un pequeño corte en cruz para que se cocinen uniformemente.
  • Evitar la cocción excesiva para mantener su sabor agradable y nutrientes.

Gracias a su versatilidad y propiedades, las coles de Bruselas han ganado protagonismo en la cocina saludable moderna. Su combinación de sabor y beneficios las convierte en una excelente elección para los meses de invierno.

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